Salir

Mi amiga Dina acompañaba un señor en silla de ruedas, cerca de la plaza donde vivimos. Hacía seis meses que participaba como voluntaria en el proyecto Baixem al carrer, que se encarga de acompañar a personas con movilidad reducida, a salir de casa. El proyecto, de la Coordinadora de Entidades del Poble Sec, en Barcelona, nació en 2009, para hacer frente a esta situación. Atraída por su fuerza y generosidad quise documentarlo.

Desde el año 2018 he fotografiado trabajadores, voluntarios y usuarios del programa.

Algunos de los vecinos que participan, hacía días, meses e incluso años, que no salían de su casa. Baixem al carrer nace con la voluntad de que puedan volver a disfrutar del sol y de la compañía.

Hoy, todos sabemos que significa estar confinado, pero esta situación ya se daba mucho antes de que la pandemia, a los que podíamos salir y relacionarnos, nos cambiase la vida.

He visto en este trabajo, la soledad y la impotencia de estar solo y aislado, pero también la generosidad de quienes dedican su tiempo, al bienestar de los demás. Durante la pandemia, los usuarios del programa han utilizado tabletas para comunicarse con voluntarios y trabajadores, y han mantenido el contacto telefónico. Hoy, están a la espera de retomar la actividad por las restricciones.

Durante el estado de alarma del mes de marzo, terminé la edición y la postproducción del proyecto.

Gracias a Baixem al carrer, una treintena de personas atrapadas en casa, esperan volver a salir.

El proyecto completo consta de 38 imágenes.

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