La fotografía me permite mirar y respirar diferente, cambia mi ritmo. Cuando tengo la cámara en las manos tengo conciencia de mi cuerpo. Cierro los codos, alargo la espalda, bajo los hombros, separo las piernas, busco el equilibrio, pongo los pies en el suelo. Ya estoy preparada.
Estudié en el Instituto de Estudios Fotográficos en el año 2000. Los primeros años trabajé el autorretrato. Más tarde me interesé por el retrato, el reportaje y la fotografía documental. En 2018 me gradué en Fotografía en el IEFC, después de ser madre y de trabajar como fotógrafa freelance desde el 2006.
En mi estudio, compagino los trabajos de encargo con proyectos personales de largo recorrido.